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viernes, 17 de mayo de 2013

El perro hambriento

La sonrisa que me dió alegría hoy me da impotencia,
en mis venas no hay glóbulo libre de rencor y violencia,
y la luz que irradiaba esta alma loca,
se consumió hasta el punto de opacar todo lo que toca.

Solo estoy decepcionado por otra partida.
el futuro no me intriga en esta calle sin salida,
sólo espero que el tiempo pase y las líneas trace
del camino que he perdido y en ruinas hoy yace.

Las palabras de tu boca solo fueron un invento,
que aquel niño se creyó como a su madre le cree un cuento.
Pero ahora no hay ser quién me de el sustento,
y con mi orgullo me quedo, después de tanto intento.

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